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domingo, 27 de noviembre de 2011

Mi casita de muñecas

Mi pasión por la época victoriana viene desde que era apenas una adolescente. Como a muchas chicas de mi edad ( que no todas ) soñaba con esos preciosos vestidos pomposos y cada vez que veía "Lo que el viento se llevó" o "Mujercitas" me imaginaba dentro de uno de esos trajes. Las vueltas que da la vida...El caso es que un buen día salió en los kioskos un coleccionable para montar tu propia casa de muñecas victoriana y ahí fuí yo de cabeza :). Me costó tres largos años completar la colección, pero al final lo conseguí. Le fui cambiando muchas cosas durante el proceso de montaje, compré montones de cositas en mis viajes para llenarla y darle vida poco a poco. Estas son unas pocas fotos



 La llamé "Mansión Valdivia" en honor al apellido de mi abuela materna. En la cocina hay muchos detalles de los que estoy enamorada, pero mi pieza favorita es la cocinera. Fue la primera muñeca que hice, no sólo el vestido, sino el cuerpo también. Los aparadores me costó ucho esfuerzo, pues lo hice en una madera muy dura y con las herramientas que no eran las adecuadas =(. Aprendí una valiosa lección, pero al menos el resultado me gustó.


 Seguimos en la planta baja. El comedor está dispuesto para que la familia y los invitados tomen un suculento almuerzo. Los trajes de las dos damas no corresponden a la misma época, puesto que según los veía y me gustaban los iba comprando, pero ahora ya se más detalles de cada moda y ese "error" lo corregiré :). El traje del coronel lo realicé yo. Fue mi primer traje masculino y estoy muy orgullosa de él


. En la primera planta está el dormitorio principal y el despacho, donde el abogado de la familia trata asuntos de interés con unos clientes mientras la doncella ordena la estancia. ¿No  os recuerda a nadie? ;P




 En el dormitorio, el señor está guardando cama por un resfriado. Su madre está velando por él y su hermana viene de visita a interesarse por su salud.


 Pasamos al baño. Otra distinguida dama está preparada para tomar un cálido baño de espuma junto a la estufa.


En el cuarto de los niños los más pequeños hacen de las suyas mientras la nani se queda traspuesta de tanto ajetreo. El tejado lo levanté de nuevo para hacerlo como está ahora, ya que en la forma original venía a dos aguas y los habitantes ni se podían poner de pie, así que lo hice de nuevo. De paso también abrí los huecos de las ventanas y puse las vigas del techo que tampoco venían. Todos esos detalles hicieron que me sintiera "como en mi casa"


 En la entrada de la casa quité la escalera de la planta baja para dejar más sitio, y para subsanar el problemilla que tendrían para subir a la segunda planta puse una pared falsa al fondo y pinté un trampantojo simulando la escalera al segundo piso y una puerta que da al jardín trasero ;)



Muchos de los habitantes están vestidos por mí, también hice las mantas de ganchillo y los cuadros pintados en acuarela. Es mi pequeña gran obra. Espero que os guste. Tengo pendiente cambiar la distribución, pero necesito demasiado tiempo para mover esas piezas tan pequeñas.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

9ª Reunión. Forma natural.

Parece mentira como pasa el tiempo. El día 22 de octubre tuve la reunión con miembros de Augusta en la que vestimos trajes de forma natural (1875-1882) Mi traje es el que os he enseñado en anteriores entradas, verde y negro. Lo cierto es que hasta el final tuve dudas de como poner la cola. En el patrón que seguí venía para hacerlo con polisón, pero no era lo que yo quería, así que esa parte la modifiqué un poco.


Detalle de la cola con un volante que añadí y que no venía en el patrón.


                         

Vistas de la sobrefalda (que también modifiqué ;P) A falta de algunos pequeños ajustes. La falda, después de coserle todo el bajo, la tuve que estrechar porque tenía demasiada tela para este modelo. Hacía unas arrugas horribles. Además de tenerle que coser las mangas y los puños dos veces por equivocarme de lado =(. Para mí que alguien me las cambió mientras dormía, porque me aseguré (o eso creía) de que estuvieran en el lado correcto. En fin, lo tomaré como ejercicios de prácticas para que no vuelva a pasarme.



 Con los adornos de la chaqueta también tuve mis dudas. Le compré esta pasamanería, pero al final se la cambié por un encaje más finito. El trabajo que hice en ella fue de lo más gratificante (aparte del incidente con la manga, aquí se puede ver todavía el puño al revés) puesto que no tuve que rectificar nada. Claro que ya me aseguré de ajustar bien las medidas de cada parte. De hecho mi patrón lo tengo recortado por distintas líneas de corte, según mis medidas. Eso me ha ayudado bastante. Y encima esa técnica me salió bien.

Algunos momentos de la confección


Sin la enagua





Detalle del somberito en el museo del Hotel.

¿Donde fui así vestida? Pues nada más ni nada menos que a cenar al Hotel Westing Palace de Madrid. Un lujo que hay que permitirse una vez en la vida al menos, y yo encima tuve la enorme suerte de estar acompañada por las personas más especiales del mundo.

El día estuvo lleno de emociones y de las fuertes, como os podréis imaginar, pero además ver las obras de arte que se habían cosido las compañeras, no tiene precio. La cena estuvo deliciosa, es poco pero es la verdad. Ambientando la velada un estupendo pianista en directo. El trato que nos dedicaron estuvo de lo más elegante. La gente se quedaba maravillada cuando pasábamos por su lado y no dejaban de pedirnos fotos. Todo era muy bonito, cordial y respetuoso. Se veía en las caras de las personas una ilusión por vernos así vestidos. Y algo que me llamó la atención gratamente es comprobar como la gente no se atrevía a preguntarnos "¿de qué vais disfrazados?", sino "¿de qué vais vestidos?". Es un detalle muy de agradecer después de todo el trabajo que llevan estos trajes. Ya no sólo de confección, si no también de investigación. No nos ponemos lo que nos gusta y podemos apañarlo con algo. Lo hacemos con rigor histórico. Como dijo Carmen de Méjico: "Para recrear una dama del siglo XIX, no sólo te tienes que poner un vestido como el de ella, sino con todo lo que se vestía ella". esa es la diferencia entre disfrazarse y recrear.

Las horas pasaron volando y a la mañana siguiente íbamos a pasear por el Real Jardín Botánico, donde además de ambientar la espléndida mañana del domingo nos iban a hacer una entrevista unos periodistas de Telemadrid. Fue una mañana mágica. Como lo estaba siendo todo el fin de semana. Pero en ese paraje, con esos centenarios árboles y esas plantas exóticas...No hay palabras para describirlo, así que mejor os dejo el enlace de la galería fotográfica deAugusta y veréis de que os hablo.

Ha sido un año muy intenso para la Asociación, y desde luego el colofón a sus actos por esta temporada ha sido de lo mejor. Las reuniones por este año han terminado, pero el que se aproxima promete más éxitos sin duda.